Así lo revelan los datos preliminares del Censo 2010. Mendoza está dos puntos porcentuales por debajo de la medianacional. Quiénes son los nativos digitales y cómo los atiende el Estado.
Cecilia Amadeo
camadeo@diariouno.net.ar
Los números del relevamiento indican que en nuestra provincia hay 90.662 niños de entre 3 y 5 años de los cuales 30.315 utilizan la computadora en hogares particulares (ver gráfico). “Es lógico”, suelta en un primer análisis Fernanda Ozollo, magister en Educación, Psiquismo e Informática y directora de Educación a Distancia e Innovación Educativa de la UNCuyo. “Hay que remitirse a lo que pasó con la televisión. Hoy las computadoras forman parte de la vida cotidiana o del entorno social. Los chicos tienen el código digital incorporado. Desde que nacen ven a los adultos interactuar con lo digital. Por eso no sorprende que un bebé de un año prenda y apague el tele con el control remoto”, se explaya.El concepto de nativos digitales, y en contrapartida el de inmigrantes digitales, fue acuñado por el consultor en educación estadounidense Marc Prensky en un artículo publicado en 2001. En él, el autor describe a aquellas personas que nacieron a partir de mediados de los ’90 y que se han desarrollado rodeados de las TIC e internet, de manera tal que para ellos su uso es casi natural. En contraposición, los inmigrantes son los que se adaptaron a esas tecnologías pero “conservan cierto ‘acento’”.
A simple vista puede parecer raro que un chiquito de tres años se siente frente a una pantalla. “No está ni bien ni mal. Todo depende de qué haga, con quién lo haga, si hay un adulto responsable acompañándolo, si le insume mucho tiempo. No hay que hacer un juicio de valor equivocado: la compu hoy para ellos es como un sonajero”, relativiza la experta.
¿Cómo saber?
Ante la consulta acerca de qué actividades son las más apropiadas para los chicos de este rango etario, Ozollo menciona los rompecabezas o los juegos que les permiten seleccionar o colorear objetos. “Son como los juegos de encastre. La diferencia es que al trabajar en un entorno simbólico, el chico manipula símbolos en vez de materiales concretos, entonces desarrolla mayores posibilidades de abstracción. Esta es una de las ventajas que ofrece el mundo digitalizado”, recomienda.
Sin embargo, esta utilidad no implica en absoluto el abandono del juego de la vida “real”.
“En la primera infancia, es decir entre los 3 y los 8 años, los chicos transitan la etapa sensoriomotora. Tienen que salir a jugar con el cuerpo, o mejor dicho a ponerle el cuerpo al juego. También es muy bueno que tengan un estímulo digital. Como especialista, diría que no deben estar más de dos horas por día en la compu, y como mamá, yo los dejaría de vez en cuando y no todos los días”, cierra la experta.
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