La nomofobia, un término construido a partir de la frase «no – móvil – fobia», se manifiesta cuando una persona se muestra agresiva, inestable o con falta de concentración por el hecho de no poder utilizar su celular con normalidad.
Las funcionalidades de los smartphones, como las plataformas de mensajería instantánea y la posibilidad de acceder al correo electrónico y a las redes sociales, agudizan la dependencia del celular, no sólo en el ámbito laboral, sino en el personal.
Según Lisa Merlo, profesora de psiquiatría de la Universidad de Florida (institución que publicó un estudio al respecto en 2007), «no se trata tanto del tiempo que pasamos hablando por teléfono, como de la ‘necesidad de estar conectados’ para saber ‘qué pasa y permanecer disponibles'». Por esta razón, los expertos aconsejan establecer límites sobre los lugares y momentos en que se deben usar estos dispositivos, e incluso utilizar teléfonos más básicos para combatir la dependencia. Así mismo, hay que evitar la modificación de los hábitos diarios y no desconectarse del mundo real por culpa de la tecnología.
Alrededor del uso de celulares, también se han difundido otros conceptos como la telenofobia (el miedo a los teléfonos y a recibir llamadas) e incluso la fringensofobia (temor de que el celular afecte el cerebro).
Fuente: http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=1545121