Javier Sánchez Mendías. Psicopedagogo
Kelly (1982) entendía que «estudiar” implicaba sobre todo «aplicar las facultades mentales para la adquisición, comprensión y organización del conocimiento”. En su definición se puede observar una clara tendencia cognitiva del proceso. Sin embargo, este proceso no puede ni debe limitarse exclusivamente a lo cognitivo sino que tiene la obligación de acercarse más a los aspectos personales, funcionales y tecnológicos.
Una de las principales rémoras que tienen las técnicas de estudio es la fortaleza de las ideas erróneas extendidas entre los alumnos, destacando las siguientes:
1. Categorizar las técnicas de estudio como un método único, estándar e impersonal.
2. Etiquetar a estas estrategias como fórmulas salvadoras para aprender empleando el menor esfuerzo y el mínimo tiempo.
3. Interpretarlas como un recurso de emergencia ante la falta de tiempo.
Estos sesgos promueven una concepción y una utilización inadecuada de las técnicas que se convierten en una leyenda más que en una realidad, ya que la negatividad de los resultados obtenidos perpetúa estas tendencias de pensamiento.
Por otro lado, es preciso incidir en los factores implicados en el desarrollo de un buen método de estudio, clasificándolos en dos grandes grupos:
1. Factores externos
– Contenidos.
Los contenidos deben estar adecuados al nivel de desarrollo cognitivo del sujeto y tener una organización interna lógica en su presentación. Es fundamental no romper la secuencia de aprendizaje de conceptos ya que se crean dificultades de comprensión e interpretación.
– Lugar
La zona de estudio debe ubicarse en una habitación tranquila, silenciosa y con una temperatura adecuada. La mesa debe ser amplia y estar ordenada. Los útiles de estudio estarán organizados y disponibles antes de sentarse a estudiar. La iluminación, ya sea natural o artificial, debe llegar por el lado opuesto al de la mano con la que se escribe. La existencia de elementos llamativos que capten la atención y la colocación de la mesa de estudio cerca de una ventana exterior deben evitarse.
– Tiempo
Estudiar todos los días dentro de un horario predeterminado ayuda a crear una habituación al estudio.
La valoración cualitativa debe prevalecer sobre la cuantitativa partiendo del principio de rentabilidad.
Nuestra atención fluctúa cada 45 o 60 minutos por lo que necesitamos hacer descansos de 5 o 10 minutos entre las sesiones de estudio que superen estos tiempos referenciales.
– Organización
La tarea de estudio debe ser una responsabilidad más que no debe ocupar más tiempo del estrictamente necesario y que debe permitir atender a otras tareas sin necesidad de renunciar a ellas. Para ello, es recomendable realizar un plan de estudio que incluya, junto a todas las tareas cotidianas, la fracción del día que se va a dedicar a estudiar.
2. Factores internos.
– Lectura
El proceso lector es la herramienta básica que permite acceder al significado de los contenidos mediante dos subprocesos:
a) La Decodificación: consiste en la atribución de sonidos a la combinación de la serie de grafías que configuran un texto.
b) La Comprensión: se basa en la interpretación y acceso al significado de la información decodificada.
Una de las principales dificultades de aprendizaje que padecen los alumnos tiene su origen en la inadecuada adquisición y aplicación de la lectura. De ahí, la importancia de subsanar estas carencias en las edades tempranas para evitar problemas de compleja solución en el futuro.
Tras la conclusión de la actividad lectora, es recomendable mencionar las principales técnicas de extracción y organización de información que permiten al estudiante distinguir lo sustancial de lo irrelevante.
– Subrayado.
Se debe comenzar a subrayar en la segunda lectura basándose en las ideas o anotaciones que hayamos realizado previamente en los márgenes.
No deben subrayarse párrafos completos sino palabras clave o frases cortas.
Se recomienda emplear lápiz bicolor y regla.
– Resumen
Busca la reducción del texto pero manteniendo su significado, apoyándose en los mismos términos empleados por el autor y en el subrayado.
– Esquema
Es la representación de la información prestando atención a sus elementos más significativos. Su elaboración favorece la comprensión, el papel activo del alumno, la creatividad y la acción de repaso.
– Mapa conceptual
Promueve la organización e interrelación de los conceptos empleando representaciones visuales que facilitan la organización y recuperación de la información. Su utilización fomenta la capacidad de análisis y estructuración de la información y la creatividad.
– Memoria
Se trata de un proceso psicológico que permite al sujeto mantener activa la información presentada por periodos de tiempo variables. La memoria a corto plazo, también llamada memoria de trabajo, se caracteriza por tener una capacidad y permanencia de la información limitada, permaneciendo activa mientras se mantenga la repetición. Una vez cesa esta acción repetitiva, la información se desvanece y no es posible recuperarla.
Por el contrario, la memoria a largo plazo, también llamada permanente, se caracteriza por disponer de una capacidad ilimitada y por permitir recuperar la información sin necesidad de recurrir a la repetición. Para ello, es necesario que el individuo establezca conexiones entre la información ya existente en su estructura de conocimiento y los nuevos contenidos a interiorizar. La facilidad para recuperar lo aprendido dependerá en gran medida de la riqueza de las conexiones. El problema del olvido y las dificultades para recordar obedecen a la creación relaciones cognitivas frágiles que se debilitan con el paso del tiempo y con la escasa o nula utilización de las mismas. Así pues, es importante que se promuevan acciones que permitan establecer redes de conocimientos interrelacionadas que favorezcan el acceso a lo aprendido por numerosas vías. Los esquemas y los mapas conceptuales refuerzan este planteamiento.
– Atención
Es el proceso psicológico que permite concentrarse en aquellos estímulos que se consideran trascendentes mientras se ignoran otros que se estiman irrelevantes. Por consiguiente, la atención favorece la selectividad de la información. Una de las dificultades más habituales entre los estudiantes es su incapacidad para aislar, de su entorno físico y psíquico, los estímulos atractivos que les impiden fijar su atención en la tarea de aprendizaje. Es necesario, por tanto, que exista una buena predisposición hacia el estudio asumiendo que el espacio temporal reservado a este cometido no se vea invadido por estímulos distractores.
– Motivación
Es una de las asignaturas pendientes dentro del sector educativo. La motivación invita a llevar a cabo iniciativas y proyectos, a realizar acciones e implicarse con mayor o menor interés en las tareas. Si esta motivación está basada en factores externos, existirá un desarrollo inestable de la misma ya que no tiene su origen en una iniciativa particular sino promovida por una propuesta estimulante externa y que tiene un ciclo muy corto. La verdadera motivación debe ser interna ya que es el propio sujeto el que plantea sus objetivos en función de sus aspiraciones y su autoconocimiento.
Incidencia de las nuevas tecnologías.
Las estrategias de aprendizaje tienen la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y a las nuevas formas de enseñanza. Hoy en día es un hecho irrefutable que los recursos informáticos están presentes en la vida profesional, familiar y educativa de nuestra sociedad, favoreciendo el acceso, la búsqueda y la aproximación a una gran cantidad de información de un modo sencillo. Por ello, es esencial que los alumnos, para desenvolverse en este nuevo contexto, aprendan competencias:
a) De acceso: Conocimiento de referentes en los que esté disponible la información como enciclopedias multimedia e Internet.
b) De búsqueda: Conocimiento de los buscadores y metabuscadores más utilizados y sus características básicas.
c) De evaluación y análisis: No toda la información disponible ofrece calidad y credibilidad. Hay que someterla a un análisis crítico.
d) De organización: Establecimiento de una metodología de trabajo estructurada que permita sacar la máxima rentabilidad al tiempo.
El hecho de que las nuevas tecnologías hayan irrumpido con fuerza, en todos los sectores de la vida actual, es un realidad y el sector educativo tiene la obligación de adaptarse a este nuevo contexto adecuando e interrelacionando las estrategias de aprendizaje y estudio tradicionales con las nuevas opciones tecnológicas.
Al margen de la facilidad de acceso a la información, también hay que destacar otras aplicaciones como los programas conocidos como procesadores de texto y los de representación o presentación. Ambas referencias han supuesto una gran mejora en la elaboración y presentación de materiales junto con una sustancial simplificación de las técnicas más habituales de extracción de la información.